año nuevo y todas esas cosas

/ 1 ene 2023 /
La diferencia real que hay entre un 31 de diciembre y un 1 de enero es la misma que existe entre un 24 de mayo y un 25 de mayo, o entre un 8 de octubre y un 9 de octubre. Podría seguir con más ejemplos así, pero para qué. Ya se entiende. Si esto que afirmo no parece cierto es por el "peso" que el calendario al que ya se está acostumbrado tiene en la mente colectiva. Si hubiera nacido y vivido toda mi vida en China, estaría esperando hasta el 22 de enero (del calendario gregoriano) para comenzar el año. Y el año pasado lo habría hecho el 1 de febrero. Si fuera musulmán, el año nuevo no habría empezado hoy, sino el pasado 15 de diciembre (también del calendario gregoriano). Si fuera... (etcétera).
Lo que es cierto es que la Tierra va girando sobre su propio eje, que también va dando vueltas alrededor del Sol y que la Luna va dando vueltas a la Tierra. Y, basándose en eso, la gente decidió contar sus días y empaquetarlos en cajas para organizar sus tiempos: el de dormir y el de estar despierto, sueño y vigilia, las lunas nuevas, llenas, crecientes y menguantes, las estaciones (con sus fríos y calores, lluvias y secanos), las cosechas y las fiestas y pausas asociadas a todas estas cosas. Y como todo da vueltas, es difícil saber dónde empieza y dónde acaba algo que, en apariencia, siempre vuelve al mismo sitio, así que se marca un punto que podría estar aquí o allí. Por más importancia que se le dé a ese punto, la vida es la sucesión de todos los puntos, y ninguno es más importante que el otro. A priori. Luego, cuando se van usando los tiempos, eso ya es otro cantar.
Podría decir que mi nuevo año es el punto que coincide con el giro que me lleva a un punto que es un eco del punto en que comenzó mi existencia. Bien. Pero como no vivo solitario en este planeta, al final entre todos nos conformamos con un punto bastante arbitrario y que sirva también para la demás gente, un punto en el que decimos que ahí vuelve a recomenzar todo. Y fiesta. Y brindis. Y propósitos para el nuevo miniciclo. Año nuevo y todas esas cosas.

La ilusión es que algo sustancial cambia en ese punto arbitrario. Y digo "ilusión" como a quien le están haciendo un truco de magia, una trampa consentida. No hay tal cambio. Es el mismo cambio que hay entre un punto cualquiera y el siguiente, y los propósitos tendrán la misma validez que si se hacen un 29 de abril.
Hace tiempo me contaron la historia de un señor que tenía el bigote manchado de porquería. Él no lo sabía, solo sabía que todo le olía mal. Se fue a otro pueblo, a otra ciudad, a otro país, y todo le seguía oliendo igual de mal porque la porquería la llevaba siempre consigo en su bigote. Sí, ya sé, cualquier persona se habría limpiado el bigote hace tiempo, pero esto es solo un cuento: por favor, mira lo que señala el dedo, no te quedes mirando la punta del dedo. Lo que quiero decir es que no importa adónde vayas, a qué espacio o a qué tiempo, si tú sigues siendo el mismo no esperes ver cambios. Si entras en 2023 (o en el día que sea) con la misma actitud, con las mismas expectativas, con el mismo ideario que tenías en 2022 (o en el día anterior al que sea) entonces todo te va a oler igual de bien o igual de mal.
Creo que fue Mahatma Gandhi quien dijo aquello de que si quieres ver un cambio en el mundo sé tú ese cambio. Parece sencillo. Pues eso.

Feliz año nuevo y todas esas cosas.


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